La oferta de la eutanasia genera la demanda

EXPERIENCIA EN EUROPA SOBRE LA LEGISLACIÓN AL FINAL DE LA VIDA

Dr. D. Etienne Montero
Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Namur (Bélgica). Presidente del Instituto Europeo de Bioética (Bruselas). Autor del libro “Cita con la muerte” (Madrid 2013).

Hay similitud en la evolución en Bélgica y Holanda.

Habla desde la experiencia de 12 años de aprobación de la eutanasia en Bélgica.

Conclusión. Es ilusorio pensar que se puede controlar la eutanasia solo para casos límite en determinadas circunstancias. Resulta imposible mantener unas limitaciones legales y que la práctica sea controlada. Una vez admitida la eutanasia caen, una tras otra, las balizas que se han puesto y resulta imparable.
No se insiste bastante en que el derecho genera valores, genera cultura. Está lejos de ser neutro.

Lejos de ceñirse a la autonomía individual una ley de eutanasia conlleva una visión que impone a todos. El derecho autoriza a una categoría de ciudadanos, los médicos, a dar muerte a otros.

Experiencias han sido muy confirmadas en la práctica. Tiene gran interés la investigación que compara las Declaraciones en los trabajos preparatorios de la Ley belga (todo ello documentado) en 2002 y lo que ha ocurrido a posteriori. Lo primero permite saber cuál ha sido la intención del legislador y lo segundo permite conocer la realidad a la que se ha llegado:

En Bélgica hay una Comisión de Control que evalúa a posteriori la eutanasia que ha practicado un médico a raíz del informe que ha realizado éste. Lógicamente un sistema de control posterior no es suficiente para beneficiar al paciente.

Para acceder a la eutanasia en Bélgica es necesario tener una patología grave e incurable de la que se derive un sufrimiento físico o psíquico insoportable que no pueda ser aliviado. Parece una condición en sí misma objetiva y verificable. En la práctica se ha visto como la Comisión de Control ha acuñado el término de “patologías múltiples” para englobar la gravedad del estado del paciente procedente de un conjunto de patologías . Por ejemplo, la poliartrosis con reducción de movilidad o el “cansancio de vivir” permiten actualmente justificar la eutanasia.

La Ley no prevé que esté limitado a la fase terminal, por lo que se admite este sufrimiento múltiple o cansancio de vivir o avanzada edad. Es posible, así, en pacientes cuyo fallecimiento no tendrá lugar a corto plazo.

La Ley no contempla los casos de depresión, enfermos psiquiátricos o con demencia, pero la Comisión de Control aprueba cada vez más casos en estos supuestos. La anticipación al temor a sufrimiento futuro es suficiente para que se considere respetado el requisito de sufrimiento psicofísico de la ley. Por ejemplo, la perspectiva de no poder leer o escribir en el futuro, es lo que se ha llamado la “eutanasia preventiva”.

El presidente de la Comisión de Control de Bélgica ha declarado que “hemos practicado decenas de eutanasias preventivas” (ej. los recientes casos de caso de gemelos, un premio Nobel diagnosticado de cáncer de estómago)
L a Comisión de Control, desde su primer informe (ha publicado cinco hasta la actualidad) ha rechazado lo que se llama el “filtro paliativo”: el médico debería limitarse a informar pero no a ofrecer en primera instancia cuidados paliativos a su paciente.

La Ley en su inicio presenta la eutanasia como una excepción, una transgresión de la ética médica. Años después la eutanasia se contempla como “acto médico” e, incluso, como un “derecho”. En su inicio aceptada para mayores, actualmente sin límite de edad.

Muchos pediatras belgas estaban en contra de la ampliación de la eutanasia a los menores de edad. En Holanda la eutanasia está permitida para niños, hasta la actualidad no hay más que un caso registrado. En Bégica no había demanda social para ampliar la Ley.

En Bélgica se hizo una Ley de Eutanasia y una ley de Cuidados Paliativos paralelamente. Hoy se ha integrado la eutanasia en los cuidados paliativos.

La Ley contempla una “cláusula de conciencia” para los médicos, de modo no tiene obligación de realizar la eutanasia solicitada. Pero, en la práctica, la presión ambiental es muy fuerte sobre ellos. Actualmente se quiere obligar a todas las instituciones a prestar la eutanasia, en detrimento de la libertad de los médicos, en detrimento de la libertad de las instituciones.

En el futuro: ya existen propuestas que defienden que se debe extender a los dementes y neonatos, así como la aceptación plena de la “eutanasia sin petición del paciente”. De hecho, ya existe publicado un artículo por la Sociedad Belga de cuidados Intensivos a favor de la eutanasia sin petición del paciente.

 

En su inicio la eutanasia se presentaba como una excepción, ahora se contempla ya como “acto médico” , ante un "derecho".  En su inicio indicada para adultos, hoy ya sin límite de edad, incluyendo su posibilidad de aplicación a los niños”. Incidió también en que “actualmente en Bélgica se busca la aceptación plena de la “eutanasia sin petición del paciente”. Se quiere obligar a todas las instituciones hospitalarias,  a prestar la eutanasia, en detrimento de la libertad de los médicos, en detrimento de la libertad de esas instituciones”.


Cuando se acostumbra a dar la muerte se llega a ver la eutanasia como “un servicio”, (aunque no de salud) a los pacientes y se habla en términos tales como “no negar ese servicio a los pacientes psiquiátricos” aunque no lo hayan solicitado etc.

La oferta origina la demanda. Y se multiplica. De forma que sube cada vez más la curva de eutanasias declaradas en Bélgica. 

La sociedad se atreve a proponer la eutanasia en la medida en que disminuye la tolerancia al sufrimiento.Pero la eutanasia no es una elección puramente personal, privada. Es una cuestión pública que tiene un impacto social. Está en juego toda la concepción actual de la medicina.

Incluso puede alterar la percepción, la eficacia y el desarrollo de los cuidados paliativos. Se pierde la confianza en los cuidados paliativos. Incluso muchos tienen miedo de los mórficos.

También está en juego la protección de las personas más vulnerables de la sociedad. Se ejerce sobre ellos una presión encubierta: “estoy robando tiempo a mi familia”, “supongo una carga inútil para ellos”. Así, muchas personas pueden vivirlo como una obligación. Es necesario proteger los fundamentos del estado de derecho por el cual una persona no puede dar la muerte a otra.

Puede resumirse, así, en tres las razones para rechazar la eutanasia:

• Protección de la medicina
• Protección de las personas vulnerables.
• Protección de los fundamentos del derecho

1) Es necesario proteger la concepción de la medicina -el cuidado de las personas-, 2) proteger a las personas vulnerables - que pueden verse incitadas a pedir la eutanasia- y 3) proteger los fundamentos del estado de derecho, por el cual una persona no puede dar muerte a otra.


<<Etienne Montero durante la XIV Jornada ABIMAD >>

 

Un fragmento del Debate

Dr. MARTINO: Los profesionales sanitarios debemos contar con alegría lo que hacemos (por el bien de nuestros pacientes), mostrando que puede existir una vida plena con muchas limitaciones.
Los que saben hacer películas o canciones deben también mostrarlo.

ETIENNE MONTERO: Es fundamental contribuir a la formación e información de los conceptos: entender la diferencia entre sedación paliativa y eutanasia, o comprender la licitud ética de interrumpir un tratamiento inútil-desproporcionado, diferente de la eutanasia, que interrumpe cuidados básicos proporcionados (hidratación) con la intención de producir la muerte.

PROFESIONAL DEL CENTRO DE CUIDADOS LAGUNA: Existe experiencia profesional de haber descubierto los pacientes el sentido de la vida en la vulnerabilidad, durante un ingreso hospitalario.